El Colegio de la Inmaculada en la calle Sadi Carnot (luego Mario Bravo) 563

Cuando se proyectaba la obra desde la Casa de la calle Lavalle, se produjo un acontecimiento providencial para sentar las bases de la Congregación en tierras argentinas.

El 11 de septiembre de 1901, la Srta. Elvira Ezcurra donó a la Curia de Buenos Aires un terreno ubicado entre las calles Humahuaca y Sadi Carnot, para “una institución de culto e instrucción que estará a cargo de las «Hermanas de Caridad Hijas de la Inmaculada Concepción»” [1].

El Colegio de la Inmaculada en la calle Sadi Carnot (luego Mario Bravo) 563

En la esquina de Humahuaca y Sadi Carnot, juntamente con la Casa Madre, se levantaría la sede definitiva del Colegio. En el acta de bendición de la piedra fundamental se lee: “En Buenos Aires, capital de la República Argentina, a veinticuatro de setiembre, día de Nuestra Señora de la Merced, del año del Señor 1901, siendo Pontífice reinante S.S. León XIII, y Presidente de la República el Excmo. Señor Don Julio Roca, Teniente General, y Arzobispo de Buenos Aires S.S. Ilma. el Dr. Mariano A. Espinosa, bendijo solemnemente la piedra fundamental del Colegio de las hermanas de Caridad Hijas de la Inmaculada, que van a erigir en este sitio, siendo padrinos del acto el Sr. Canónigo Ezcurra y la Srta. Elvira Ezcurra. Buenos Aires, 24-9-1901” [2].

Firman: Mariano Antonio, Arzobispo de Buenos Aires; Lucas A. Mango, familiar de S.E.R.; Marcos Ezcurra; Sor M. Estanislada; siguen otras firmas. La Revista Eclesiástica del Arzobispado de Buenos Aires, publica que el 26 de septiembre el Arzobispo bendijo la piedra fundamental para la Capilla, colocada el viernes 27.

El 26 de noviembre de 1901, la Hermana Estanislada Tognoni envió a la Madre Eufrasia, que se hallaba en Roma, los planos dibujados por el arquitecto Sutton para el edificio de Sadi Carnot. Las Hermanas de Buenos Aires consultaban todo lo necesario sobre esa obra con el Padre Vicente Gambón, sacerdote jesuita que fue guía y Director Espiritual de la Madre Eufrasia y de la Congregación.

El 14 de febrero de 1902, La Voz de la Iglesia anunciaba que las Hermanas se habían trasladado “a su nueva y espaciosa casa, Sadi Carnot 563, el día 12 del corriente. Dispone de vastos y elegantes locales para el Colegio. Se reciben pupilas, medio pupilas, niñas externas. Las niñas pobres se reciben gratis y el Apostolado de la oración costea libros y útiles” [3].

El edificio de la calle Sadi Carnot fue inaugurado por el arzobispo Monseñor Espinosa el 24 de mayo de 1903, actuando como padrinos el matrimonio Anchorena-Blaquier. El programa de dicho acontecimiento incluyó una misa cantada, la bendición de la casa, la exposición del Santísimo y el rezo del rosario [4].

La capilla de la Casa Madre: su obra misional

El matrimonio Anchorena-Blaquier donó la construcción de la Capilla, edificada sobre el terreno cedido por Elvira Ezcurra. Dicha Capilla, dedicada a la Inmaculada Concepción, fue inaugurada el 6 de julio de 1904, como comenta con detalles “La Voz de la Iglesia” de esa fecha [5].

La Buena Lectura, por su parte, alude al acontecimiento: “Esta iglesia está situada en un barrio que carecía de centros religiosos, circunstancia que da mayor importancia a la obra. Cada iglesia es un baluarte contra las malas doctrinas, que pervierten los corazones, las familias y los pueblos” [6].

El templo era de estilo gótico, con un rosetón en el frente. No contaba con rejas, las que se colocaron en 1914 por orden de las Hermanas, cuando quisieron agasajar a la Madre Eufrasia que entonces retornaba de Italia, después de haber dejado fundado el Noviciado en Milán.

Los confesionarios, los altares y los bancos se realizaron en madera. En el altar mayor se encontraba la imagen de la Inmaculada en el centro y a los lados San José y Santa Teresa. Existían, además, altares laterales dedicados: al Sagrado Corazón de Jesús (a los lados Santa Inés y Santa Margarita Alacoque); a Santa Teresita; a la Virgen Niña (tenía a los lados a San Ignacio y San Francisco Javier); a San Miguel Arcángel y a Santa Filomena y a San Luis Gonzaga.

En la Capilla de la Inmaculada las Hermanas realizaron una permanente e intensa actividad litúrgico-pastoral, continuando la labor emprendida anteriormente en la calle Lavalle [7]. En esta tarea, nunca faltó la colaboración de sacerdotes seculares y religiosos de distintas congregaciones. Por ejemplo, el 10 de mayo de 1908, se inició en la Capilla del Colegio de la Inmaculada, la Congregación de los Ángeles, bajo la dirección del P. Gil Sánchez, S J, con la incorporación de ochenta alumnas del colegio.

La obra apostólica se destacó en la atención espiritual de las colectividades extranjeras, en especial de los italianos instalados en el barrio, a través de misiones, confesiones en su idioma, catequesis a los hijos aunque no asistieran a las clases del Colegio.