En el año 2010, se dispuso en el coro de nuestra Capilla, un espacio para venerar las Reliquias de la Beata Pierina de Micheli, Religiosa de nuestra Congregación, beatificada el 30 de mayo de ese mismo año, en Roma.

Su vida santa, nos trazó un simple pero profundo camino para llegar a Dios: contemplar el Divino Rostro doliente y misericordioso de Jesús, ofreciéndole nuestra humilde reparación con actos de amor y con la Adoración Eucarística.

Allí también se puede rezar frente el Cristo que la misma Madre Pierina contempló en la oración, cuando en el año 1920 vivió en esta Comunidad. Frente a esa imagen tuvo una fuerte experiencia mística, que ella relató así:

“El 12 de abril me encontraba en Buenos Aires, en la Casa Madre. Tenía una gran amargura en el corazón. Fui a la Iglesia y prorrumpí en llanto lamentándome con Jesús. Se me presentó con el Rostro ensangrentado y con una expresión de dolor tal que conmovería a cualquiera. Con una ternura que jamás olvidaré, me dijo: —Y yo, ¿qué he hecho? Comprendí… y a partir de ese día, el Divino Rostro se convirtió en mi libro de meditación, la puerta de entrada a su Corazón. Su mirada era todo para mí.”