-
¡Señor, en este domingo te proclamo como el pilar sobre el que sustenta mi vida! ¡Que al levantar mi rama de olivo fortalezca mi fe, recuerde que esta rama representa la fe de la Iglesia en Ti, nuestro Salvador, que no deje de proclamarte como el Rey del cielo y la tierra, el rey que reina en mi corazón!
-
¡Padre, que la Pasión de tu Hijo Jesucristo, que convirtió su sufrimiento en instrumento de reconciliación y amor, me sirva para transformar mi vida y me haga siempre fiel a Ti y a los demás! ¡Ayúdame a ser fiel siempre a Tu Hijo!.
-
“Gracias Señor, porque nos amaste hasta el final, hasta el extremo que se puede amar: dar la vida por otro. Gracias Señor, porque en la última cena partiste tu pan y vino, para saciar nuestra hambre y nuestra sed…
-
“Te adoro, Oh Santa Cruz, que fuiste adornada por el cuerpo santísimo de mi Señor, cubierta de su preciosísima sangre. Te adoro, mi Dios, puesto en la cruz por mí. Te adoro. Oh Santa Cruz, por amor de aquél que es mi Señor.”
-
Enciéndeme con el fuego de tu amor, para que me entregue a Ti sin reservas y quemes con tu Espíritu Santo mi debilidad y cobardía para darte a conocer a mis hermanos.
-
Enséñame, Cristo resucitado, a descubrirte, para ser un instrumento de tu amor, a buscar las cosas de arriba y a gozar de tu presencia a lo largo del día. Transfórmame, como a los primeros discípulos, en un apóstol convencido de tu resurrección, capaz de darlo todo por Ti.
Compartimos un Via Crucis cantado, para que puedan rezar en esta Semana Santa.