Como en tantas parroquias y templos de nuestro país, también en la capilla del colegio, el pasado 7 de agosto, a pocas horas de iniciarse en el Senado el debate del proyecto de ley del aborto, tuvo lugar una breve vigilia de adoración luego de la Santa Misa y el rezo del santo rosario, suplicando con insistencia a nuestra Madre de Luján que en nuestra Patria siempre se cuide TODA VIDA.

Fue una súplica confiada que nos hizo tomar conciencia del poder que tiene la oración hecha con fe, y que en la Eucaristía del domingo se transformó en acción de gracias por el don obtenido: la no sanción de la ley.

Sabemos, como dicen nuestros Pastores, que todavía queda mucho por hacer para custodiar y acompañar la vida por nacer y a las madres que deben transitar un embarazo difícil.

Este es el compromiso que todos debemos asumir con nuestra acción y oración.